Acuérdate de los presos

Hace un par de semanas, tuve la oportunidad, por primera vez, de acompañar a un grupo de hermanos en la fe al Centro Penitenciario de Puerto II, con el fin de responder al llamado del autor a los hebreos, acordarnos de los presos como si estuviéramos en su misma situación. Hebreos 13:3





Si algo teníamos de que enorgullecernos, era en el Señor, porque eramos conscientes de que el estado de los presos no era muy diferente al nuestro, cuando estábamos esclavizados en nuestros delitos y pecados. Aún siendo pecadores, Dios nos escogió. 1 Corintios 1:28-31



Pudimos hacer un culto a Dios en el pabellón de la cárcel, compartió la Palabra Jose Manuel de San Fernando acerca de la mujer a la que Jesús sanó su encorvamiento. Pudimos sentirnos identificados con ella, pues Jesús nos había tocado para enderezar nuestras vidas Lucas 13:11-13.  Al final, los pocos presos que habían permanecido en el pabellón, pidieron motivos por los que orar, sus familias, sus vidas y la de todos los presos. ¿Responderemos?